lunes, 7 de febrero de 2011

Cómo escribir la primera novela II: Cantidad de palabras

Dejar de hablar de páginas o folios es saludable, ahora que los ordenadores cuentan las palabras en forma automática y constante. En el WORD es posible activar la opción para que en la esquina inferior izquierda (donde figura el número de página) también aparezca la cantidad de palabras. Una novela media tiene entre 90 mil y 150 mil palabras; es buena idea echarle un vistazo a las novelas de los autores que tenemos como referencia y —Word mediante— examinar la cantidad de palabras.

Lejos de convertirnos en maniáticos contadores de palabras, la importancia de aprender a medir un texto en palabras tiene que ver con el RITMO, ese enemigo silencioso que liquida nuestras historias cuando no es bien manejado. Las experiencia debería permitirnos estimar a priori la cantidad de palabras de un capítulo, un dialogo o determinado pasaje, para que la tensión y el interés del lector no se pierdan.

Recomiendo llevar un archivo de Excel que sirva de control diario del número de palabras escritas. Se trata de un archivo muy simple en el que se vuelca el número total de palabras y por diferencia con el día anterior se calcula la producción actual. En este archivo suelo incluir una columna con el objetivo día por día en base a una producción diaria de mil palabras durante los siete días de la semana. La realidad me demuestra que hay días que escribo dos mil, y a veces hasta tres mil, pero otros no escribo nada. El promedio diario de mil palabras ha demostrado ser eficaz para mí. Cada cual deberá conocer el suyo.

Mil palabras diarias, para una novela de 150 mil, equivalen a cinco meses de trabajo ininterrumpidos; y esto sin considerar correcciones. Pero ya llegará el momento de hablar de cómo revisar.

En resumen: Familiarizarse con el uso de “palabras” como unidad de medida. Elegir un PLAN OBJETIVO, que para los que empiezan y deben compatibilizar la escritura con otras actividades puede ser de cinco días a la semana y 800 palabras por día, e intentar cumplirlo a toda costa. Yo prefiero avanzar en un día malo (aunque sé que más tarde deberé regresar a corregir) y no quedarme estancado. Y por último, llevar un control de productividad en una hoja de cálculo ayuda muchísimo.

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1 comentario:

  1. Bueno, considerando que yo escribo en una cuadernola, me es fácil ver cuánto escribo cada día :-) Pero me encanta la opción de contar palabras (cuando paso todo a la compu). ¡Es como medir la estatura de los hijos a medida que van creciendo! Ahora, sin convenciéramos a los organizadores de certámenes literarios de que dejaran de usar la palabra "folio"... (jo, es que es arcaico).

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