jueves, 3 de febrero de 2011

Cómo escribir la primera novela I: Cuestión de tiempo.

Escribir una novela puede asemejarse a ver una persecución de coches (de esas que abundan en las películas —piense el lector en alguna de Jason Bourne o en la que prefiera—), pero en cámara lenta, como la exasperante caída de la furgoneta en Inception, cada cuadro casi idéntico al anterior. El protagonista ya no tendrá la concentración de un piloto de Fórmula 1 sino que se la pasará haciendo muecas ridículas, casi siempre con los ojos entrecerrados; los coches se moverán a velocidades exasperantes; las colisiones no parecerán tales; no habrá sonido; no habrá magia. Una excitante persecución se habrá convertido en algo tortuoso.

Manejar la diferencia de tiempos entre lector y escritor es fundamental. Porque todos antes de escritores hemos sido lectores, por lo que es probable que el manejo equivocado de tiempos nos traicione, nos haga apresurarnos, avanzar demasiado rápido en el tratamiento de la trama o el desarrollo de algún personaje. Escribir se parece al trabajo de un animador clásico, concibiendo cada cuadro para que el resultado final tenga una fluida sensación de movimiento. El escritor y el lector viven en mundos paralelos, donde el tiempo fluye de manera diferente. Cuando disfrutas de una novela en tu sillón favorito, como lector piensas cosas del tipo: “En breve descubriré qué hará Amelia con su marido infiel, al que acaba de descuartizar y guardar en bolsas de basura negras.”. El placer del escritor, me temo, no se le parece en nada (y tienes que enfrentar la posibilidad de que no te guste en lo más mínimo), porque cada día despiertas y piensas cosas del tipo: “hoy me ocuparé de que la carrocería de ese coche que he dejado suspendida en el aire rote 15 grados”.

4 comentarios:

  1. muy bueno el simil de la furgoneta de origen

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  2. Pues sí, la emoción de escribir no es la misma que al leer. Buen artículo :-)

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  3. Muy bueno el símil con la escena de la furgoneta.
    No sé nada sobre escribir y tampoco lo he intentado demasiado, por eso me encanta leer cómo la gente que sí lo domina cuenta sus vivencias y percepciones al ponerse ante la hoja en blanco.

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  4. Entiendo que te referís al pulido fino de cada oración, parrafo, y palabra ¿no?. El equivalente a un "fotograma fijo" sería una oración, o incluso un inciso adentro de una oración. Y la caida del coche en su totalidad vendría a ocupar el espacio del párrafo, o una página. Saludos.

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